¿Alguna vez te has propuesto emprender algo
nuevo para la empresa o de manera personal, pero al meter las manos en el
asunto, todo resulta en una camisa de once varas? entonces sabrás que
subestimar un proyecto es algo muy poco recomendable.
Muchas
veces tendemos a pensar que los problemas o proyectos que nos proponemos tienen
soluciones sencillas y, por triste que suene, se tiende a subestimar su tamaño,
tardándonos más de lo estimado en llevarlos a cabo o, en el peor de los casos, terminando
por mejor dejarlos de lado.
Para
que puedas llevar a cabo tus proyectos, te recomendamos seguir los siguientes
tips:
1)
Selecciona objetivos y planifica
Antes
de darle al blanco es preciso primero poner el ojo en centro, en el arco y en
la flecha. Cada proyecto debe tener objetivos puntuales y tiempos de
cumplimiento, para ello es recomendable repartir el proyecto en tareas
individuales que sean fáciles de cuantificar y estimar, para tener un mayor
grado de precisión. Mantener un orden y
una planificación nos permitirá prever posibles retrasos y nos dotará del poder
de tomar contramedidas.
2)
Organización y prioridades
Los
proyectos grandes tienden a tener muchos factores independientes, lo cual los
hace propensos a la confusión. Muchas veces adelantamos partes del proyecto,
pero dejábamos otras atrás que son igual o más críticas para el bien del
proyecto global. Es importante tener claras cuáles son las prioridades o sino,
es muy posible que se pierda el control y no se cumplan los tiempos.
3)
Aprende el arte de delegar
Delegar
es una gran herramienta. En todo equipo de alto desempeño, el trabajo bien
hecho se logra únicamente cuando se confía en el trabajo de cada uno de los
miembros. Así, por más que uno esté 100% feliz con el resultado del trabajo
individual, es un hecho que se gana más con un trabajo bien distribuido.
4)
Anticípate al desastre
Se
suele decir que es mejor prevenir que lamentar, y esta premisa es completamente
aplicable a la gestión de proyectos y al cálculo de riesgos. Es por ello por lo
que es de vital importancia estar siempre alerta ante los posibles problemas
que pudieran aparecer para tomar las precauciones pertinentes.
5)
No le tengan miedo al elefante
Hay un
dicho que dice: “¿Cómo se come un elefante? ...De bocado en bocado.” Los
proyectos grandes pueden ser abrumadores, y por más que se organicen o se
gestionen, siguen siendo intimidantes de enfrentar. Dicho de otro modo, sólo
hay una manera de comerse un elefante: De bocado en bocado. Cuando no se sabe
por dónde empezar, sólo hay que empezar, y luego se decide el por dónde meter
el segundo bocado.
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